V. Domina in adiutorium meum
intende.
R. Domina ad adiuuandum me
feſtina.
Gloria perennis tibi ſit
ſpes noſtra: quæ regnas in cælis tolle nos ad aſtra.
En
nona.
V.
Señora, ven en mi ayuda.
R.
Señora, date prisa en ayudarme.
Gloria
eterna a ti, esperanza nuestra, que reinas en los cielos; llévanos a las
estrellas.
…
Pſalmus 61.
Nonne tibi ſubiecta
erit anima mea Virgo clementiſſima: quæ Saluatorem omnium genuisti.
Memento
filiorum Euæ perditorum: exaudi ſaluatrix planctus cordis noſtri.
Infunde nobis gratiam de theſauris
tuis: & ſuauiſſimis vnguentis tuis placa dolorem noſtrum.
Da nobis gaudium &
lætitiam: vt confundamus bonorum inimicos.
Ablue
omnia peccata noſtra:
ſana
cunctas iniquitates noſtras.
Salmo 61.
¿No
se sujetará mi alma a ti, Virgen clementísima, que engendraste al Salvador de
todos?
Recuerda
a los perdidos hijos de Eva; escucha, Salvadora, el lamento de nuestro corazón.
Infunde
sobre nosotros la gracia de tus tesoros, y que tus agradables perfumes aplaquen
nuestro dolor.
Concédenos
el regocijo y la alegría, para que así confundamos a los enemigos de los
buenos.
Lava
todos nuestros pecados, sana todas nuestras iniquidades.
…
Pſalmus 62.
Deus Deus meus: pro Matre tua
te glorifico.
Virginaliter enim te
concepit: & ſine anguſtia te parturiuit.
Benedicta ſis
ô Domina noſtra: & pro nobis aſſiſte
ante thronum Dei.
Species & claritas in conſpectu
tuo: miſericordia & charitas in animo tuo.
Cuſtodi
animam meam Virgo benigna: vt numquam corruat in peccatum.
Salmo 62.
Dios,
Dios mío, a través de tu Madre te glorifico.
Siendo
virgen, en verdad, te concibió; y sin angustias te alumbró.
Bendita
seas, ¡oh, Señora nuestra!, asístenos ante el trono de Dios.
La
belleza y claridad están [presentes en] tu aspecto, la misericordia y la caridad en tu ánimo.
Custodia
mi alma, Virgen benigna, para que nunca caiga en el pecado.
…
Pſalmus 63.
Exaudi Domina orationem meam cùm
deprecor: à pauore crudelis inimici libera animam meam.
Impetra nobis ſeruulis
tuis pacem: & ſecuritatem in tremendo iudicio.
Benedicta tu ſuper
omnes mulieres: & benedictus fructus virginalis vteri tui.
Illumina Domina oculos meos:
& illuſtra cæcitatem meam.
Da mihi in te confidentiam
bonam: in vita, & in interitu meo.
Gloria perennis tibi ſit
ſpes noſtra: quæ regnas in cęlis tolle nos ad aſtra.
Salmo 63.
Escucha,
Señora, la oración que te ofrezco; del pavor ante el cruel enemigo libera a mi alma.
Obtén
para nosotros, tus siervos, la paz y la seguridad frente al grandioso juicio.
Bendita
seas sobre todas las mujeres y bendito el fruto de tu vientre virginal.
Ilumina,
Señora, mis ojos y alumbra mi ceguera.
Concédeme
una segura confianza en ti, en esta vida y frente a mi destrucción [muerte].
Gloria
eterna a ti, esperanza nuestra, que reinas en los cielos; llévanos a las
estrellas.
…
Oratio.
Ad te venio glorioſiſſima
Dei genitrix quam Matrē miſericordiæ, & Reginam pietatis vocat & agnoſcit
omnis Eccleſia Sanctorum. Noli denegare peccatoribus interpelationis
tuæ gratiam apud benedictum filium tuum. Tu quæ numquam repulſam
pateris, cuius miſericordia nulli vmquam defuit, eſto
nobis aduocata, & veniam de peccatis nobis obtine, nunc & in hora
mortis noſtræ, Amen.
Oración.
A
ti me acerco, gloriosísima Madre de Dios, a quien como Madre de Misericordia
y Reina de la Piedad te invoca y te reconoce toda la Iglesia. No niegues
a los pecadores la gracia de tu interpelación ante tu Hijo bendito. Tú, a quien
nunca rechaza el Padre y cuya misericordia nunca falla, sé nuestra Abogada y
obtén el perdón de nuestros pecados, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
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