Ad nonam.
V. Domina in adiutorium meum
intende.
R. Domina ad adiuuandum me
feſtina.
Gloria tibi ſit virginum
Regina: duc nos obſecramus ad cælorum regna.
En
nona.
V.
Señora, ven en mi ayuda.
R.
Señora, date prisa en ayudarme.
Gloria
a ti, Reina de las vírgenes; te rogamos que nos guíes hacia el reino de los
cielos.
…
Pſalmus 38.
Dixi cuſtodiam
vias meas Regina cæli: cùm per te Chriſti
gratia fuerit mihi data.
Dulcore tuo liquefactum eſt
cor meum: amore tuo inflammata ſunt viſcera
mea.
Exaudi orationem meam Domina,
& deprecationem meam: vt contabeſcant
aduersarij mei.
Miſerere
mei de cælis, & de altitudine throni tui: & ne permittas me in valle miſeriæ
cōturbari.
Cuſtodi
pedem meum ne labatur & corruat: & in fine meo ſit
mihi præſens gratia tua.
Salmo 38.
Dije:
“Vigilaré mis caminos”, Reina del Cielo, pues por ti me fue concedida la gracia
de Cristo.
Tu
dulzura derrite mi corazón, tu amor inflama mi interior.
Señora,
escucha mi oración y mi súplica, que sean consumidos mis adversarios.
La
misericordia venga a mí desde el cielo y de tu elevado trono; no permitas que
me perturbe en este valle de miserias.
Protege
mis pies para que no tropieze y caiga, y para que así se haga presente a mí tu
gracia.
...
Pſalmus 39.
Expectans expectaui gratiam
tuam Domina: & feciſti mihi ſecundùm
multitudinem miſericordiæ nominis tui.
Exaudiſti
preces meas, & eduxiſti me de lacu miſeriæ
& de fouea inimici.
Multa & mirabilia ſunt
dona tua Domina: incomparabilia ſunt tuarum munera
gratiarum.
Exultent & lætentur ſuper
te omnes qui diligunt te: qui vero oderunt nomen tuum, corruant in infernum.
Benedicta ſis
in æternum Domina: in ſæculum, & in ſæculum
ſæculi.
Salmo 39.
Expectante esperaba tu gracia,
Señora, y me trataste según la abundante misericordia de tu nombre.
Escuchaste mis oraciones, me
sacaste del lago de miserias y del pozo del enemigo.
Diversos y admirables son tus
dones, Señora; son incomparables tus dones agraciados.
Que exulten y se alegren todos
los que te aman; y quienes en verdad rechazan tu nombre se precipiten al
infierno.
Bendita seas en la eternidad,
Señora, en este tiempo y por los siglos de los siglos.
…
Pſalmus 40.
Beata Maria quæ intelligis ſuper
egenum & pauperem: in tuis laudibus iugiter permanentem.
Domina Angelorum, & Regina
mundi: munda cor meū igne amoris & charitatis tuæ.
Tu es Mater illuminationis
cordis mei: tu es nutrix refouens mentem meam.
Te cupit os meum
collaudare : te affectat mens mea affectuoſiſſimè
venerari.
Te deſiderat
anima mea exorare: tuitioni tuæ ſe commendat tota ſubſtantia
mea.
Gloria tibi ſit
virginum Regina: duc nos obſecramus ad cælorum regna.
Salmo 40.
Bienaventurada
María, tú comprendes al necesitado y al pobre que continuamente se mantienen en
tu alabanza.
Señora
de los ángeles y Reina del mundo, purifica mi corazón mediante el fuego de tu
amor y tu caridad.
Tú
eres la Madre que ilumina mi corazón, tú eres la Nutricia que reaviva mi mente
[alma].
Mi
boca desea alabarte, mi mente [alma] ansía venerarte llena de afecto.
Mi
alma desea rogarte a ti, pues a tu cuidado se ha entregado toda mi esencia.
Gloria
a ti, Reina de las vírgenes; te rogamos que nos guíes hacia el reino de los
cielos.
...
Oratio.
Ave
Virgo ſacratiſſima, & inter mulieres
benedicta, peculiari benedictione ſingulariter inſignis Maria, totius elegantiæ totiuſq;
ſanctimoniæ
femina, quæ ſupra
choros Angelorum reſides,
aſſeſſum Deo proximum ſortita: meas quæſo calamitates, meoſq;
gemitus attende. Viſita
me, & conſola inutilem feruum tuum, atque à peccatis abſolutum,
redde tibi per omnia placentem, Amen.
Oración.
Salve,
María, Virgen excesalmente sagrada y bendecida entre las mujeres con una
particular bendición y con un distintivo singular, que resides por encima del
coro de los ángeles y situado al lado de Dios por el destino, te pido que
atiendas mis calamidades y mis gemidos. Visítame y consuela a este inútil
siervo tuyo, absuelve sus pecados y que regrese a ti para para tu sola
complacencia. Amén.
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