1.1.15





Ad sextam.

V. Domina in aiutorium meum intende.
R. Domina ad adiuuandum me feſtina.

Gloria tibi ſit orphanorum Mater: fac nobis gratus ſit omnipotens Pater.

En sexta.

V. Señora, ven en mi ayuda.
R. Señora, date prisa en ayudarme.

Gloria a ti, Madre de los huérfanos; haz que seamos gratos al Padre omnipotente.


Pſalmus 12.

Vsquequò Domina obliuiſceris me: & non liberas me in die tribulationis meæ.
Vſquequò exaltabitur inimicus meus ſuper me: potentia virtutis tuæ contere eum.
Eſto nobis Domina turris fortitudinis: & petra duriſſima conterens inimicum.
Magnificamus te gratiæ inuentricem: per quam ſæcula reparantur.
Exaltata ſuper choros Angelorum: ante thronum Dei pro nobis intercede.

Salmo 12.

¿Hasta cuándo, Señora,  me olvidarás y no me liberarás en el día de mi tribulación?
¿Hasta cuándo se encumbrarán mis enemigos por encima de mí? Que tu poder los quebrante.
Sé para nosotros, Señora, torre fortificada y roca extremadamente dura que quebrante a los enemigos.
Glorificamos tu gracia, ¡oh, Generadora!, pues tú restauras el mundo.
Exaltada sobre los coros de ángeles, intercede por nosotros ante el trono de Dios.


Pſalmus 13.

Dixit inſipiens aduerſarius in corde ſuo: perſequar & comprehendam Chriſti fideles, interficiet eos manus mea.
Exurge Domina, præueni eum, & ſupplanta eum: & deſtrue omnes conatus illius.
Tuam pulchritudinem ſol & luna mirantur: tibi Angelicæ poteſtates ſeruiunt & famulantur.
Tuo tactu leniſſimo ſanantur infirmi: tuo odore roſeo mortui reuiuiſcunt.
Virgo Dei genitrix, quem totus non capit orbis: in tua ſe clauſit viſcera factus homo.

Salmo 13.

Dice nuestro insensato adversario en su corazón: “Perseguiré y atraparé a los fieles de Cristo, los mataré con mis manos”.
Elévate, Señora, impídeselo, remuévelo y destruye todos sus esfuerzos.
El sol y la luna admiran tu belleza, las potestades angélicas te sirven y te atienden.
Tu reconfortante contacto sana a los enfermos y tu rosáceo aroma revive a los muertos.
Virgen, Madre de Dios, a quien la totalidad del mundo es incapaz de aprehender, en ti se confinó [el Verbo] para hacerse hombre.


Pſalmus 14.

Domina quis habitabit in tabernaculo Dei: aut quis requieſcet cum ſenatoribus populi ſui.
Pauperes ſpiritu, & mundi corde: mites, pacifici, atque lugentes.
Recordare Domina vt loquaris pro nobis bona: & indignationem Filij tui auertas a nobis.
Amplectamur Mariæ veſtigia peccatores: & eius beatis pedibus aduoluamur.
Teneamus eam fortiter, nec dimittamus: donec ab ea meruerimus benedici.

Gloria tibi ſit orphanorum Mater: fac nobis gratus ſit omnipotens Pater.

Salmo 14.

Señora, ¿quién habitará en el tabernáculo de Dios o quién reposará junto a los legisladores de su pueblo?
Los pobres de espíritu y los de corazón limpio, los mansos, los pacíficos y los que lloran.
Recuérdanos, Señora, y habla a favor de nosotros; que la indignación de tu Hijo se aleje de nosotros.
Abracemos las huellas de María, ¡oh, pecadores!, y postrémonos ante sus sagrados pies.
Sostengámoslos con fuerza, no los soltemos hasta que merezcamos ser bendecidos por ella.

Gloria a ti, Madre de los huérfanos; haz que seamos gratos al Padre omnipotente.


Oratio.

Ave ſidus fulgentiſſimum, & iubar clariſſimum Maria, ex qua ſol iuſtitiæ Chriſtus Deus noſter ortus eſt, cuius nomen recreat feſſos, cuius ſplendor cæcos illuminat. Ora pro me miſero ſeruulo tuo, vt tuis precibus adiutus, Chriſtum Deum Deorum, teque Dominam Angelorum in Sion videre, & glorificare merear in perpetuum, Amen.

Oración.

Salve, María, estrella excelsamente resplandeciente y deslumbrante luz, de quien el Sol de justicia: Cristo, nuestro Dios, ha surgido; cuyo solo nombre alivia a los que están cansados y cuyo esplendor ilumina a los ciegos. Ruega por mí, un mísero siervo tuyo, para que ayudado por tus oraciones merezca ver y glorificar por siempre en Sión y junto a ti, Señora de los ángeles, a Cristo, Dios de los dioses. Amén.  


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