V. Domina in adiutorium meum
intende.
R. Domina ad adiuuandum me
feſtina.
Gloria perennis tibi ſit
ſpes noſtra: quæ regnas in cælis tolle nos ad aſtra.
En
sexta.
V.
Señora, ven en mi ayuda.
R.
Señora, date prisa en ayudarme.
Gloria
eterna a ti, esperanza nuestra, que reinas en los cielos; llévanos a las
estrellas.
…
Pſalmus 58.
Eripe me de inimicis meis
Domina mundi: exurge in occurſum meum Regina pietatis.
Aurum obriſum
in ornamentis tuis: ſardius & topaſius
in diademate tuo.
Iaſpis
& ametiſtus in dextra tua: berillus & cryſolitus
in finiſtra tua.
Iacinthus &
achates in pectore tuo: carbunculi ſtillantes
in monilibus tuis.
Myrrha, thus
& balſamum in manibus tuis: ſapphirus
& ſmaragdus in digitis tuis.
Salmo 58.
Sálvame
de mis enemigos, Señora del mundo; levántate y ven a mi encuentro, Reina de
piedad.
El
oro más puro es tu ornamento, el sardio y el topacio son tu diadema.
El
jaspe y la amatista están a tu derecha, el berilio y el crisólito a tu
izquierda.
El
jacinto [topacio] y el ágata están en tu pecho, los rubíes resplandecen en tu
collar.
La
mirra, el incienso y el bálsamo están en tus manos; el zafiro y la esmeralda en
tus dedos.
…
Pſalmus 59.
Deus repuliſti
nos propter peccata noſtra: & miſertus
es nobis per Virginem Mariam.
Intercede pro nobis ſalutifera
Mater Dei: quæ Angelorum & hominum ſalutem
peperiſti.
Tu enim mœſtis
conſolationem infundis: & mœrentibus lætitiam &
dulcorem.
Lætifica nos dulcifluo ſono
oris tui: & liquore tuo roſeo perfunde corda
noſtra.
Tonate cæli deſuper,
& dare illi laudem: glorifica illam terra cum omnibus habitatoribus tuis.
Salmo 59.
Dios,
nos rechazaste a causa de nuestro pecado y tuviste misericordia de nosotros debido a la Virgen María.
Intercede
por nosotros, saludable Madre de Dios, pues tú alumbraste al Salvador de los
ángeles y de los hombres.
Tú,
en verdad, a los afligidos les infundes el consuelo; y a los tristes, la
alegría y la dulzura.
Alégranos
con el dulce sonido de tu boca y que tu rosáceo licor bañe nuestros corazones.
Resuenen,
altos cielos, y denle alabanza a ella; glorifícala a ella, tierra, junto a todos tus habitantes.
…
Pſalmus 60.
Exaudi Domina deprecationem
meam: & ſupra firmam petram ſtabilias
mentem meam.
Eſto
mihi turris fortiſſima: me contuens à facie crudelis vaſtatoris.
Vt caſtrorum
acies ſis illi terribilis: & viuus corruat in profundum
inferni.
Tu
enim rutilans es vt decora nubes: rorifera vt conſurgens aurora.
Pulchra
es & clara vt luna pleniſſima:
& tanquam ſol
refulget ſacratiſſimus aſpectus tuus.
Gloria perennis tibi ſit
ſpes noſtra: quæ regnas in cęlis, tolle nos ad aſtra.
Salmo 60.
Escucha,
Señora, mi súplica; y sobre la piedra firme sitúa mi mente.
Sé
mi torre excelsamente fuerte, quédate a mi lado frente a la faz del cruel
corruptor.
Sé
terrible como un ejército dispuesto, y que aquel caiga vivo a lo profundo del
infierno.
Tú
eres, en verdad, resplandeciente y bella; la nube de rocío y la aurora que se
eleva.
Eres
hermosa y clara como la luna completamente llena, como el sol refulgente es tu
sacratísimo aspecto.
Gloria
eterna a ti, esperanza nuestra, que reinas en los cielos; llévanos a las
estrellas.
…
Oratio.
Immaculata Virgo, Filia Dauidis
& Abrahæ, inclina aurem tuam ad preces noſtras,
& ne obliuiſcaris populi tui, neque noſtri,
qui ſumus de familia & domo Patris tui. Ad te clamamus,
recordare noſtri ſantiſſima Virgo. Tibi nos commendamus, eſto
mediatrix noſtra ante conſpectum filij tui
Domini noſtri Ieſu Chriſti, Amen.
Oración.
Virgen
Inmaculada, Hija de David y de Abrahám, inclina tus oídos a nuestras súplicas y
no olvides a tu pueblo ni a nosotros, que somos de la familia y casa de tu
Padre. A ti clamamos, recuérdanos Virgen santísima. A ti nos encomendamos, sé mediadora
nuestra ante la mirada de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo. Amén.
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