10.1.15





Ad lavdes.

V. Domina in adiutorium meum intende.
R. Domina ad adiuuandum me feſtina.

Gloria tibi ſit virginum Regina: duc nos obſecramus ad cælorum regna.

En laudes.

V. Señora, ven en mi ayuda.
R. Señora, date prisa en ayudarme.

Gloria a ti, Reina de las vírgenes; te rogamos que nos guíes hacia el reino de los cielos.


Pſalmus 27.

Ad te Domina clamabo & exaudies me: in voce laudis tuæ lætificabis me.
Miſerere mei in die anguſtiæ meæ: & in luce veritatis tuæ libera me.
Benedicta ſis ô Domina: in omnibus finibus orbis terræ.
Sanctuarium quod firmauerunt manus DEI: eſt ſanctum templum corporis tui glorioſi.
Conſcientia tua munda & immaculata: eſt locus propitiationis, & habitaculum ſanctum Dei.

Salmo 27.

A ti clamaba, Señora, y me escuchaste; en la voz que te alaba me concedes alegría.
Ten misericordia de mí en el día de mi angustia y libérame con la luz de tu verdad.
Bendita seas, ¡oh, Señora!, en todos los confines de la tierra.
Eres el santuario que sostienen las manos de Dios y tu glorioso cuerpo es un templo sagrado.
Tu conciencia es pura e inmaculada; eres el lugar de propiciación y la morada del santísimo Dios.

Pſalmus 28.

Afferte Dominæ noſtra filij DEI: afferte Dominæ noſtrę laudem & reuerentiam.
Da virtutem tuis ſeruis Mater ſancta: & benedictionem laudantibus & glorificantibus te.
Exaudi gemitus ſuſpirantium ad te: & non ſpernas voca inuocantium nomē tuum.
Sit manus tua ad ſucurrendum mihi parata: & auris tua intendens ad deprecationem meam.
Benedicat tibi cælum & terra: mare & cardines orbis terrarum.

Salmo 28.

Concédanle a nuestra Señora, hijos de Dios, concédanle a nuestra Señora la alabanza y reverencia.
Concede tus virtudes a tus siervos, Madre Santa, y tu bendición a quienes te alaban y te glorifican.
Escucha los gemidos de quienes suspiran hacia ti y no rechaces a los que invocan tu nombre.
Que tus manos estén prestas a socorrerme y que tus oídos atiendan mis súplicas.
Que te bendigan el cielo y la tierra, el mar y todos los confines del orbe.

...

Canticvm.

Confitebor tibi Domina, quoniam per te placatus eſt mihi Dominus: & conſolatus eſt me.
Ecce Domina ſaluatrix mea: fiducialiter agam in te, & non timebo.
Quia fortitudo mea, & laus mea in Domino es tu: & facta es mihi in ſalutem.
Hauriam aquas in Gaudio de riuulo: & ſemper inuocabo nomen tuum.
Notas facite in populis virtutes Dominæ noſtræ: quia excelſum eſt valdè nomen eius.
Exulta & lauda totum genus humanum: quia talem dedit tibi medratricem Dominus Deus tuus.

Gloria tibi ſit virginum Regina: duc nos obſecramus ad cælorum regna.

Cántico.

Te alabo, Señora, pues por ti es apaciguado mi Señor y yo me veo consolado.
He aquí la Señora, mi Salvadora; actúo confiando en ti y sin temor.
Pues tú eres mi fortaleza y mi gloria en Dios, eres quien me posibilita la salvación.
Extraeré el agua del arroyo con gozo y siempre invocaré tu nombre.
Las virtudes de nuestra Señora se registran entre los pueblos, pues su nombre es muy excelso.
Exulta y alaba todo el género humano, pues a tal Mediadora se la concedió el Señor, tu Dios.

Gloria a ti, Reina de las vírgenes; te rogamos que nos guíes hacia el reino de los cielos.


Oratio.

Ave cæli exultatio, & terræ gaudium Maria, quæ mentes te diligentium amanter illuſtras, quæ fideles tui cultores feliciter transfers ad amænas paradiſi manſiones. Ad te Domina ſeſe ergit vultus me’, te reſpiciunt oculi cordis mei, in te confidit anima mea: miſerere mei, & perduc me ad patriam claritatis æternæ, Amen.

Oración.

Salve, María, regocijo del cielo y gozo de la tierra, que afectuosamente iluminas la mente de quienes te aman; que a tus fieles, que te rinden culto con alegría, los conduces a las agradables mansiones del paraíso. Hacia ti, Señora, elevo mi rostro, en ti sitúo los ojos de mi corazón, en ti confía mi alma; ten misericordia de mí y llévame a la patria del resplandor eterno. Amén.


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