Ad tertiam.
V. Domina in adiutorium meum intende.
R. Domina ad adiuuandum me feſtina.
Gloria tibi ſit virginum Regina: duc nos obſecramus ad cælorum regna.
En
tercia.
V.
Señora, ven en mi ayuda.
R.
Señora, date prisa en ayudarme.
Gloria
a ti, Reina de las vírgenes; te rogamos que nos guíes hacia el reino de los
cielos.
…
Pſalmus 32.
Exultate iuſti in Virgine glorioſa:
& in ſinceritate cordis collaudate eam.
Accedite ad eam cum reuerentia & deuotione: & delectetur cor veſtrum
in ſalutatione illius.
Impendite illi ſacrificium laudis: & inebriamini ab vberibus dulcoris
illius.
Influet enim vobis
radios ſuæ
pietatis: & clarificabit vos fulgoribus miſericordiæ ſuæ.
Suauiſſimos & dulciſſimus eſt fructus illius: in corde &
ore Sapientis dulceſit.
Salmo
32.
Alégrense,
justos, en la Virgen gloriosa; y alábenla con sincero corazón.
Acérquense
a ella con reverencia y devoción, y que sus corazones se complazcan al
saludarla.
Concédanle
un sacrificio de alabanza y beban de la dulzura de sus pechos.
Que
ella les envíe los destellos de su piedad y los ilumine con el resplandor de su
misericordia.
Sumamente
suave y dulce es su fruto, sabroso para el corazón y la boca del sabio.
…
Pſalmus 33.
Benedicam Dominam in
omni tempore: & non deficiet laus eius in ore meo.
Magnificate eam mecum omnes: qui impinguati eſtis
melle & lacte recreationis eius.
In periculis & rebus dubijs inuocare eam: & in
neceſſitatibus veſtris
inuenietis auxilium & refrigerium dulce.
Sumite exemplum conuerſationis eius: & æmulamini ſtudia
charitatis & humilitatis illius.
Quia mitis & humillima fuiſti
Virgo ſancta: increatum verbum ex te carnem aſſumere
cœgiſti.
Salmo 33.
Bendigo a la Señora en todo
tiempo y en mi boca nunca está ausente su alabanza.
Ensálzenla
junto a mí todos lo que están empapados de la miel y leche de sus actividades.
Ante el peligro y las
cuestiones dudosas invóquenla a ella, y en sus necesidades hallarán un dulce
auxilio y consuelo.
Tomen el ejemplo de su conducta
y aprendan a imitar su caridad y su humildad.
Pues fuiste mansa y humilde,
santísima Virgen, y animaste al Verbo increado a asumir la carne.
…
Pſalmus 34.
Ivdica Domina nocentes
mei & contra eos exurge & defende cauſam meam.
Anima mea in te
lætabitur & in tuis beneficijs deuotus exultabo.
Gratia tua & dulcedine tua pleni ſunt
cæli & terra: quocunque enim pergimus occurrit diffuſio
tui vteri virginalis.
Ecce vndique nos tuis
beneficijs irretiſti:
& vbique tuæ benignitatis laqueos extendiſti.
Curramus ergo chariſſimi & tam nobilem ac dulcifluam
Virginem ſalutemus:
vt in ſuæ
dulcedinis gremio quieſcam.
Gloria tibi ſit virginum Regina: duc nos obſecramus ad cælorum regna.
Salmo
34.
Juzga,
Señora, a los que me agreden, levántate contra ellos y defiende mi causa.
Mi
alma se regocija en ti y ante tus beneficios exulto con devoción.
De
tu gracia y tu dulzura están llenos el cielo y la tierra; a dondequiera que vayamos
se halla el fruto de tu vientre virginal.
Pues
en todo lugar nos rodean tus beneficios y por todas partes has extendido la red
de tu benignidad.
Vayamos,
pues, mis muy queridos, a saludar a tan noble y dulce Virgen; descansemos en su
dulce regazo.
Gloria
a ti, Reina de las vírgenes; te rogamos que nos guíes hacia el reino de los
cielos.
…
Oratio.
Eximia puritatis Virgo
Maria, ſola
ſancta
& vere humilis, tamen ceteris ſanctis ſublimior, repurga quæſo cor meum à peccatorū ſordibus: tolle à me quidquid
virgineis oculis tuis minus placet, ſegrega mentem meam à deſiderijs terrenis, & eam in
amore rerum cæleſtium
fige ad laudem Vnigeniti tui ſempiternam,
Amen.
Oración.
María,
Virgen de admirable pureza, única santa y verdaderamente humilde, mucho más
elevada que los santos, te pido que limpies mi corazón de sus sucios pecados,
retira de mí todo lo que no complace a tus ojos, aparta mi mente el deseo de lo
terreno y fíjala en el amor por lo celestial, para eterna alabanza de tu
unigénito. Amén.
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