8.1.15




FERIA SECVNDA.

Ad matvtinas.

Antiphona.

Sub tuum preſidium confugimus Dei Genitrix, noſtras deprecationes ne deſpicias in neceſſitatibus, ſed à periculis cunctis libera nos ſemper Virgo benedicta. Amē.

V. Domina labia mea aperies.
R. Et os meum annuntiabit laudem tuam.
V. Domina in adiutorium meum intende.
R. Domina ad adiuuandum me feſtina.

Gloria tibi ſit virginum Regina: duc nos obſecramus ad cælorum regna.


DIA SEGUNDO [LUNES]

En maitines.

Antífona.

Bajo tu amparo nos refugiamos Madre de Dios, no desprecies nuestras súplicas frente a las necesidades; antes bien, líbranos siempre de todo peligro, Virgen bendita. Amén.

V. Señora, abre mis labios.
R. Y mi boca proclamará tu alabanza.
V. Señora, ven en mi ayuda.
R. Señora, date prisa en ayudarme.

Gloria a ti, Reina de las vírgenes; te rogamos que nos guíes hacia el reino de los cielos.


Pſalmus 24.

Ad te Domina leuaui animam meam: in iudicio Dei tuis precibus non erubeſcam.
Neq; illudant mihi aduerſarij mei: etenim de te præſumentes roborabuntur.
Non præualeant aduerſum me laquei mortis: & caſtra malignantium nō impediant greſſus meos.
Collide impetum eorum virtute tua: & cum manſuetudina ocurre animæ meæ.
Ductrix mea eſto ad patriam: & cœtui Angelorum me digneris aggregare.

Salmo 24.

A tí elevo mi alma, Señora mía; que gracias a tus oraciones yo no me avergüence en el juicio de Dios.
Que mis adversarios no se burlen de mí, pues quienes esperan en ti resultan fortalecidos.
Que no prevalezcan las mortales trampas de mis adversarios contra mí; que el ejército del maligno no impida mi avance.
Quebranta su ímpetu con tu poder y con tu mansedumbre socorre a mi alma.
Condúceme hacia la patria [celestial] y dígnate agregarme al grupo de los ángeles.


Pſalmus 25.

Ivdica me Domina, quoniam ego ab inocentia mea digreſſus ſum: ſed quia ſperaui in te non infirmabor.
Vre cor meum igne amoris tui: & cingulo caſtitatis renes meos.
Quonia miſericordia & clementia tua ante oculos meos ſunt: & delectatus ſum in voce laudis tuæ.
Domina dilexi decorem faciei tuæ: & veneratus ſum ſanctam Maieſtatem tuam.
Confitemini nomini eius quoniam ſanctu eſt: enarrentur in ſæculis mirabilia eius.

Salmo 25.

Júzgame, Señora, pues estoy lejos de mi inocencia; pero ya que espero en tí no seré rechazado.
Consume mi corazón con el fuego de tu amor y cíñe mis riñones con el cinturón de la castidad.
Pues tu misericordia y tu clemencia están delante de mis ojos, y me regocijo en la voz que te alaba.
Señora, amo la belleza de tu rostro y venero tu santa majestad.
Alabemos su nombre, porque es santo; que sus maravillas sean narradas por los siglos.

...

Pſalmus 26.

Domina, illuminatio meu ſit ſplendor faciei tuæ: & ſerenitas gratiæ tuæ fulgeat menti meæ.
Exalta caput meum ſuper inimicos meos: & ego Pſalmum nomini tuo cantabo.
Ne auertas faciem tuam à me: quia ſpeciem & decorem tuum à iuuentute mea concupiui.
Te amaui & exquiſiui Regina cæolorum: miſericordiam & gratiam tuam ne ſubſtrahas à ſeruo tuo.
Confitebor tibi nationibus Domina: & thronum gloriæ tuæ honorificabo.

Gloria tibi ſit virginum Regina: duc nos obſecramus ad cælorum regna.

Salmo 26.

Señora, que el resplandor de tu rostro me ilumine y que la serenidad de tu gracia brille en mi mente.
Eleva mi cabeza sobre mis enemigos y yo cantaré un salmo a tu nombre.
No apartes tu rostro de mí, pues tu apariencia y tu belleza las he deseado desde mi juventud.
Te amo y te busco, Reina de los Cielos; no remuevas tu gracia y misericordia de tu siervo.
Te alabo entre las naciones, Señora, y honro el trono de tu gloria.

Gloria a ti, Reina de las vírgenes; te rogamos que nos guíes hacia el reino de los cielos.

...

Oratio.

Ô intemerata & in æternum benedicta, ſingularis atq; incomparabilis Virgo Dei genitrix Maria, gratiſſimum Dei templum, Spiritus ſancti ſacrarium, ianua regni cęlorum, per quam poſt DEVM totus viuit orbis terrarum: Mater miſericordiæ, aures tuæ pietatis indignis ſupplicationibus meis inclina, & eſto mihi peccatori pia & propitia in omnibus auxilitatrix, Amen.

Oración.

¡Oh, María!, inmaculada, eternamente bendita y única, incomparable Virgen y Madre de Dios, templo excelsamente grato a Dios, sagrario del Espíritu Santo, puerta al reino de los cielos, después de Dios, todo en esta tierra vive por tí; Madre de misericordia, inclina tu piadosa escucha a mis indignas súplicas y sé piadosa y favorable en todo con este pecador, ¡oh, Auxiliadora! Amén. 


Licencia de Creative Commons

0 comentarios: