Ad matvtinas.
Antiphona.
Sub tuum preſidium confugimus Dei Genitrix, noſtras deprecationes ne
deſpicias in neceſſitatibus, ſed à
periculis cunctis libera nos ſemper Virgo benedicta. Amē.
V. Domina labia mea aperies.
R. Et os meum annuntiabit laudem tuam.
V. Domina in adiutorium meum intende.
R. Domina ad adiuuandum me feſtina.
Gloria tibi ſit virginum Regina: duc nos obſecramus ad cælorum regna.
DIA SEGUNDO [LUNES]
En maitines.
Antífona.
Bajo
tu amparo nos refugiamos Madre de Dios, no desprecies nuestras súplicas frente
a las necesidades; antes bien, líbranos siempre de todo peligro, Virgen
bendita. Amén.
V.
Señora, abre mis labios.
R.
Y mi boca proclamará tu alabanza.
V.
Señora, ven en mi ayuda.
R.
Señora, date prisa en ayudarme.
Gloria
a ti, Reina de las vírgenes; te rogamos que nos guíes hacia el reino de los
cielos.
…
Pſalmus 24.
Ad te Domina leuaui animam meam: in iudicio Dei tuis precibus non erubeſcam.
Neq; illudant mihi aduerſarij mei: etenim de te præſumentes
roborabuntur.
Non præualeant aduerſum me laquei mortis: & caſtra
malignantium nō impediant greſſus meos.
Collide impetum eorum virtute tua: & cum manſuetudina
ocurre animæ meæ.
Ductrix mea eſto ad patriam: & cœtui Angelorum me digneris
aggregare.
Salmo 24.
A tí elevo mi alma, Señora mía;
que gracias a tus oraciones yo no me avergüence en el juicio de Dios.
Que mis adversarios no se
burlen de mí, pues quienes esperan en ti resultan fortalecidos.
Que no prevalezcan las mortales
trampas de mis adversarios contra mí; que el ejército del maligno no impida mi
avance.
Quebranta su ímpetu con tu
poder y con tu mansedumbre socorre a mi alma.
Condúceme hacia la patria
[celestial] y dígnate agregarme al grupo de los ángeles.
…
Pſalmus 25.
Ivdica me Domina, quoniam ego ab inocentia mea digreſſus
ſum: ſed quia ſperaui in te non infirmabor.
Vre cor meum igne amoris tui: & cingulo caſtitatis
renes meos.
Quonia miſericordia & clementia tua ante oculos meos ſunt:
& delectatus ſum in voce laudis tuæ.
Domina dilexi decorem faciei tuæ: & veneratus ſum
ſanctam Maieſtatem
tuam.
Confitemini nomini eius quoniam ſanctu
eſt: enarrentur in ſæculis
mirabilia eius.
Salmo 25.
Júzgame,
Señora, pues estoy lejos de mi inocencia; pero ya que espero en tí no seré rechazado.
Consume mi corazón con el fuego
de tu amor y cíñe mis riñones con el cinturón de la castidad.
Pues tu misericordia y tu
clemencia están delante de mis ojos, y me regocijo en la voz que te alaba.
Señora, amo la belleza de tu
rostro y venero tu santa majestad.
Alabemos su nombre, porque es
santo; que sus maravillas sean narradas por los siglos.
...
Pſalmus 26.
Domina, illuminatio meu
ſit
ſplendor
faciei tuæ: & ſerenitas
gratiæ tuæ fulgeat menti meæ.
Exalta caput meum ſuper inimicos meos: & ego Pſalmum nomini tuo cantabo.
Ne auertas faciem tuam à
me: quia ſpeciem
& decorem tuum à iuuentute mea concupiui.
Te amaui & exquiſiui Regina cæolorum: miſericordiam
& gratiam tuam ne ſubſtrahas à ſeruo tuo.
Confitebor tibi nationibus Domina: & thronum gloriæ tuæ honorificabo.
Gloria tibi ſit virginum Regina: duc nos obſecramus
ad cælorum regna.
Salmo 26.
Señora, que el resplandor de tu
rostro me ilumine y que la serenidad de tu gracia brille en mi mente.
Eleva mi cabeza sobre mis
enemigos y yo cantaré un salmo a tu nombre.
No
apartes tu rostro de mí, pues tu apariencia y tu belleza las he deseado desde
mi juventud.
Te
amo y te busco, Reina de los Cielos; no remuevas tu gracia y misericordia de tu
siervo.
Te alabo entre las naciones,
Señora, y honro el trono de tu gloria.
Gloria
a ti, Reina de las vírgenes; te rogamos que nos guíes hacia el reino de los
cielos.
...
Oratio.
Ô intemerata & in æternum benedicta, ſingularis
atq; incomparabilis Virgo Dei genitrix Maria, gratiſſimum
Dei templum, Spiritus ſancti ſacrarium, ianua regni cęlorum, per quam poſt DEVM
totus viuit orbis terrarum: Mater miſericordiæ,
aures tuæ pietatis indignis ſupplicationibus meis inclina, & eſto
mihi peccatori pia & propitia in omnibus auxilitatrix, Amen.
Oración.
¡Oh,
María!, inmaculada, eternamente bendita y única, incomparable Virgen y Madre de
Dios, templo excelsamente grato a Dios,
sagrario del Espíritu Santo, puerta al reino de los cielos, después de Dios,
todo en esta tierra vive por tí; Madre de misericordia, inclina tu piadosa
escucha a mis indignas súplicas y sé piadosa y favorable en todo con este
pecador, ¡oh, Auxiliadora! Amén.
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