1.2.15





Ad vesperas.

V. Domina in adiutorium meum intende.
R. Domina ad adiuuandum me feſtina.

Gloria perennis tibi ſit ſpes noſtra: quæ regnas in cælis tolle nos ad aſtra.

En vísperas.

V. Señora, ven en mi ayuda.
R. Señora, date prisa en ayudarme.

Gloria eterna a ti, esperanza nuestra, que reinas en los cielos; llévanos a las estrellas.


Pſalmus 64.

Te decet hymnus Domina in Sion: laus & iubilatio in Ieruſalem.
Benedictionem omnium gentium dedit tibi Dominus: laudem & gloriam ante conſpectum omnium populorū.
Benedixit te Dominus in miſericordia ſua: & thronum tuum conſtituit ſuper ordines Angelorum.
Gratiam & decorem poſuit in labijs tuis: & pallio gloriæ induit puriſſimum corpus tuum.
Coronam radiantem poſuit in capite tuo: & virtutum monilibus te decenter ornauit.

Salmo 64.

A ti te corresponden los himnos en Sion, Señora; la alabanza y la alegría en Jerusalén.
La bendición de todas las naciones te la ha concedido a ti el Señor; la alabanza y la gloria ante la mirada de todos los pueblos.
El Señor te ha bendecido en su misericordia, y tu trono lo ha constituido sobre las órdenes de los ángeles.
La gracia y la belleza las ha establecido en tus labios y con el manto de gloria ha revestido tu cuerpo.
Una resplandeciente corona ha situado en tu cabeza y te ha adornado con un apropiado collar de virtudes.


Pſalmus 65.

Ivbilate Dominæ noſtræ omnis terra, pſallite hymnum nomini eius: date honorificentiam maieſtati eius.
Benedictum ſit cor tuum Domina: quo ſinceriter & ardenter tuum ac Dei filium dilexiſti.
Reſpice paupertatem meam glorioſa Virgo: miſeriam & anguſtiam meam ne tardes auferre.
Aufer quoque tribulationens meam: dulcifica languorem meum.
Benedicat te omnis caro : & glorificet te omnis lingua.

Salmo 65.

Celebre a nuestra Señora toda la tierra, entonen himnos en su nombre y concedan honra a su majestad.
Bendito sea tu corazón, Señora, pues con sinceridad y ardor amaste al Hijo de Dios.
Mira mi pobreza, gloriosa Virgen; mi miseria y angustia no tardes en removerlas.
Remueve todas mis tribulaciones y dulcifica mi enfermedad.
Que te bendiga toda carne y que te glorifique toda lengua.


Pſalmus 66.

Deus miſereatur noſtri & benedicat nobis: per illam quæ genuit eum.
Miſerere noſtri Domina, & ora pro nobis: in ſanctam lætitiam cōuerte mœſtitiam noſtram.
Illumina me ſtella maris: clarifica me Virgo clariſſima.
Extingue ardorem noxium cordis mei: refrigera me gratia tua.
Protegat me ſemper dextera tua: præſentia tua illuſtret ſinem meum.

Gloria perennis tibi ſit ſpes noſtra: quæ regnas in cęlis tolle nos ad aſtra.

Salmo 66.

Que Dios tenga misericordia de nosotros y nos bendiga a causa de aquella que lo engendró.
Ten misericordia de nosotros, Señora, y ora por nosotros; transforma en sagrada alegría nuestra aflicción.
Ilumíname, Estrella del Mar; aclárame, Virgen excelsamente clara.
Extingue el nocivo ardor en mi corazón y que tu gracia me reconforte.
Que me proteja siempre tu derecha, que tu presencia ilumine mi final.

Gloria eterna a ti, esperanza nuestra, que reinas en los cielos; llévanos a las estrellas.


Oratio.

Avla Regis immenſa, ac vnica Porta cæli, Regina Angelorum, gaudium omnium hominum te in ſuis neceſſitatibus inuocantium, miſerere mihi miſero peccatori apud Dominum noſtrum Ieſum Chriſtum, & impetra vt omni vetuſtate depoſita, in nouitate vitæ ambulem ſed & in hora mortis meæ mihi adeſſe digneris clementiſſima Virgo Maria, Amen.

Oración.

Grandioso Palacio del Rey, única Puerta del Cielo, Reina de los Ángeles, gozo de todos los hombres que ante sus necesidades te invocan, ten misericordia de mí, un mísero pecador, delante de nuestro Señor Jesucristo; haz que pueda abandonar todo lo viejo y que camine en una nueva vida, y en la hora de mi muerte dígnate asistirme, clementísima Virgen. Amén.


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