19.3.15





Ad tertiam.

V. Domina in adiutorium meum intende.
R. Domina ad adiuuandum me feſtina.

Gloria tibi ſit imperatrix poli: tecum nos perducas ad gaudia cæli.

En tercia.

V. Señora, ven en mi ayuda.
R. Señora, date prisa en ayudarme.

Gloria a ti, Emperatriz de lo Alto; condúcenos junto a ti a la alegría del cielo.


VI. Divisio.

Qvomodo dilexi legem tuā Domina: in cōſpectu meo ſemper.
Suauitatum tuarum affluētia cor meum alienauit a me: & caro mea mirabiliter exultauit in te.
Quàm dulcia peccatoribus eloquia tua Domina: ſuper omnē melodiam refectio tua dulcis ori meo.
Illuminatio greſſibus meis verbum tuum: & lumen ineffabile ſemitis meis.
Quoties exaſperauerunt me peccatores inferni, quia à charitatem tua declinare nolui: ego autem ſperaui in te Domina.

VI división.

¡Cuánto amo tu ley, Señora!, siempre la contemplo.
La afluencia de tu dulzura ha embriagado mi corazón, y mi carne exulta maravillosamente en ti.
¡Cuán dulce les resulta a los pecadores tu habla, Señora!, por encima de toda melodía está tu dulce boca que me reconforta.
Tus palabras iluminan mis pasos; una luz inefable es mi camino.
Todo el día me provocan los pecadores del infierno, pues no he querido abandonar tu caridad; ¡por eso espero en ti, Señora!

...

VII. Divisio.

Iniquos odio habui: & viam tua dilexi, Domina gratioſa.
Adiuua me, & ſaluus ero Domina mundi: & meditabor honorificentiam mandatorū tuorum.
Fac me ſemper ſtare in timore tuo: & non tradas me Virgo calumniantibus me.
Vernaculus tuus ſum ego: minimus in familia tua.
Cuſtodi me Domina: à negligentibus iuſtitiæ tuæ.
Contemnes omnes diſcedentes à ſeruitio tuo: quia iniuſta eſt conuerſatio eorum.

VII división.

He detestado a los inicuos y he amado tu sendero, agraciada Señora.
Ayúdame y seré salvo, Señora del mundo; y así meditaré en el honor de tus mandamientos.
Haz que siempre pueda estar con temor a ti y no me entregues a los que me calumnian.
Yo soy tu siervo, el menor de todos en tu familia.
Protégeme, Señora, de los que rechazan tu justicia.
Aparta a todos los que se alejan de tu servicio, pues su conducta es injusta.

...

VIII: Divisio.

Mirabilia teſtimonia tua Mater alma: & ſermonibus tuis illuminatum eſt cor meum.
Vultum tuum deprecabuntur omnes diuites plebis: filij regum collaudabunt faciem tuam.
Ardens verbum labiorum tuorum vehementer: qui ad te properat, percipiet illud.
Arundo agitata ſum in conſpectu tuo: tene me ſub iugo tuo, Domina, & non confundar.
Seruientes tibi, plus aliis inuadunt dracones inferni: ſed tu Domina defende eos.

Gloria tibi ſit imperatrix poli: tecum nos perducas ad gaudia cæli.

VIII división.

Admirables son tus testimonios, Madre del alma; y tus lecciones iluminan mi corazón.
Ante tu rostro imploran todas las personas acaudaladas; los hijos de los reyes alaban tu rostro.
La palabra de tus labios arde intensamente, quien corre hacia ti la puede percibir.
Soy una caña que se agita frente a ti; sujétame bajo tu yugo, Señora, y no seré confundido.
A tus sirvientes los atacan muchos dragones [demonios] del infierno, pero tú, Señora, los defiendes.

Gloria a ti, Emperatriz de lo Alto; condúcenos junto a ti a la alegría del cielo.


Oratio.

Admitte piiſſima Dei genitrix, preces noſtras intra ſacrarium exauditionis, & reporta nobis antidotum recōciliationis: ſit per te excuſabile, quod per te ingerimus: fiat impetrabile, quod fida mente poſcimus; accipe quod offerimus; redona quod rogamus; excusa quod timemus, Amen.

Oración.

Admite, muy piadosa Madre de Dios, nuestras oraciones en el sagrario de las audiencias y concédenos el antídoto para la reconciliación; que por ti se nos perdone lo que infligimos, que esté a nuestro alcance lo que confiadamente te pedimos, acepta lo que te ofrecemos, dános lo que te rogamos, perdona a quienes tememos. Amén.


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