21.3.15





Ad sextam.

V. Domina in adiutorium meum intende.
R. Domina ad adiuuandum me feſtina.

Gloria, laus, honor Virgini Mariæ: quæ ſecum nos trahat ad regnum gloriæ.

En sexta.

V. Señora, ven en mi ayuda.
R. Señora, date prisa en ayudarme.

Gloria, alabanza y honor a la Virgen María, que nos lleva consigo al reino de la gloria.


Pſalmus 140.

Domina clamaui te, exaudi me: intende orationi & poſtulationi meæ.
Dirigatur obſecratio mea velut incenſum coram facie tua: in tempore ſerotini ſacrificij & matutini.
Non declinet cor meum in verbis malignantibus: & nequitiæ cogitatus non ſubuertant ſenſum meum.
Fac me aſſentire beneplecito cordis tui: & tuis actionibus conformari.
Gladio intelligentiæ reuerbera cor meum: & igniculo charitatis inflamma mentem meam.

Salmo 140.

Señora, clamo hacia ti, ¡escúchame!; atiende mi oración y mi demanda.
Que mi súplica se dirija a ti como incienso del corazón hacia tu presencia, durante el tiempo del sacrificio vespertino y al amanecer.
Que mi corazón no se incline a las palabras maliciosas, y que los pensamientos inicuos no destruyan mis sentidos.
Haz que siga lo que complace a tu corazón y que me configure según tus acciones.
Que la espada de la inteligencia resplandezca en mi corazón y que el fuego de la caridad inflame mi mente [alma].
...

Pſalmus 141.

Voce mea ad Dominam clamaui: ipſamque humiliter deprecatus ſum.
Effudi in conſpectus eius lacrymas meas: & dolorem meum ei expoſui.
Inſidiatur hoſtis calcaneo meo: & extendit contra me rete ſuum.
Adiuua me Domina ne corruam coram eo, fac vt conteratur ſub pedibus meis.
Educ de carcere animam meam, vt confiteatur tibi: & pſallam Domino Deo forti in perpetuum.

Salmo 141.

Mi voz clama a la Señora, y también le suplico con humildad.
Vierto ante su presencia mis lágrimas y mi dolor expongo ante ella.
El enemigo me ha dispuesto trampas y extiende su red contra mí.
Ayúdame, Señora, que no caiga ante ellos; haz que los aplaste bajo mis pies.
Libera a mi alma de la cárcel para que te dé gracias y pueda cantar perpetuamente al Señor, el Dios Poderoso.
...

Pſalmus 142.

Domina exaudi orationem meam: percipe tuis auribus ſupplicationem meam.
Perſecutus eſt malignus vitam meam: depoſuit in terra conuerſationem meam.
Denigrauit me caligine ſua: & auxiliatus eſt nimis ſpiritus meus.
Ne auertas faciem tuam à me: vt non corruam cum deſcendentibus in lacum.
Emitte lucem tuam, & gratiam tuam: & repara denuo vitam & conſcientiam meam.

Gloria, laus, honor Virgini Mariæ: quæ ſecum nos trahat ad regnum gloriæ.

Salmo 142.

Señora, escúcha mi oración; perciban tus oídos a mi súplica.
El maligno persigue mi vida, pues he dejado mi [mala] conducta en la tierra.
Su oscuridad me denigra y mi espíritu no se ve auxiliado.
No apartes tu rostro de mí, para que no caiga con los que descienden al lago [infernal].
Envía tu luz y tu gracia, restaura de nuevo mi vida y mi consciencia.

Gloria, alabanza y honor a la Virgen María, quien nos lleva consigo al reino de la gloria.


Oratio.

Ave ſereniſſima Virgo Maria, ad cuius nomen flectitur omne genu, cælestium, terrestrium, & infernorum, quam laudant & benedicunt exercitus ſupernorum cuium: da vt anima mea liquefacta amore tui, & recordatione ſanctiſſimi nominis tui, omnes vani & fallacis huius mundi conſolationes deſpiciam, ac toto corde contemnam, Amen.

Oración.

Salve, muy serena Virgen María, bajo tu nombre se dobla toda rodilla en el cielo, en la tierra y en los infiernos, y a ti te alaban y bendicen tus ejércitos celestiales; permite que mi alma se mezcle con tu amor y recuerde tu santísimo nombre, para que al ver todos los consuelos vanos y falaces del mundo los rechace de todo corazón. Amén. 


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