20.3.15





Ad completorivm.

V. Domina in adiutorium meum intende.
R. Domina ad adiuuandum me feſtina.

Gloria tibi ſit imperatrix poli: tecum nos perducas ad gaudia cæli.

En vísperas.

V. Señora, ven en mi ayuda.
R. Señora, date prisa en ayudarme.

Gloria a ti, Emperatriz de lo Alto; condúcenos junto a ti a la alegría del cielo.


Pſalmus 126.

Niſi Domina ædificauerit domum cordis noſtri: nō permanebit ædificium eius.
Ædifica nos gratia & virtute tua: vt maneamus firmi in perpetuum.
Benedictum ſit eloquium ſanctum tuum: & benedicta ſint omnia verba oris tui.
Benedicantur a Deo qui te benedicut: & in iuſtorum numero computentur.
Benedic Domina te benedicentes: & ne vmquam auertas ab eis glorioſum vultum tuum.

Salmo 126.

Señora, si no hubieses edificado la morada de nuestro corazón, no perduraría su edificación.
Edifícanos con tu gracia y tu virtud, para que nos mantengamos firmes por la eternidad.
Bendito sea tu lenguaje y bendita sea toda palabra de tu boca.
Que sean bendecidos por Dios aquellos que te bendicen, y que sean contados entre los justos.
Bendice, Señora, a aquellos que te bendicen; y nunca apartes de ellos tu glorioso rostro.


Pſalmus 127.

Beati omnes qui timent te Domina noſtra: & beati qui ſciunt & volunt facere beneplacitum tuum.
Benediciti ſunt pater & mater, qui te genuerunt: quórum memoria permanebit in ſæculum.
Beatus eſt venter, qui te portauit: & beata ſunt vbera, quæ  te lactauerunt.
Conuerte faciem tuam ſuper nos: & deprecabilis eſto ſuper ſeruos tuos.
Intuere & conſidera opprobrium noſtrum: aufer à nobis cunctas iniquitates noſtras.

Salmo 127.

Bienaventurados todos los que temen a nuestra Señora, y bienaventurados quienes saben y quieren complacerte.
Benditos sean el padre y la madre que te engendraron y cuya memoria permenecerá por los siglos.
Bendito sea el vientre que te alojó y benditos los pechos que te amamantaron.
Vuelve tu rostro hacia nosotros y sé propicia a tus siervos.
Mira y considera nuestro oprobio, remueve de nosotros todas nuestras iniquidades.


Pſalmus 128.

Sæpè expugnauerunt me à iuuentute mea inimici mei: libera me Domina, & vindica me de ipſis.
Ne des illis poteſtatem animam meam: cuſtodi omnia interiora & exteriora mea.
Obtine nobis veniam peccatorum: & per te Spiritus ſancti gratia nobis detur.
Fac nos dignè & laudabiliter pœnitere: vt beato fine ad Deum veniamus.
Placatum tunc, & ſereniſſimum nobis oſtende: glorioſum fructum ventris tui.

Gloria tibi ſit imperatrix poli: tecum nos perducas ad gaudia cæli.

Salmo 128.

En mi juventud, con frecuencia me atacaban mis enemigos; libérame de ellos, Señora, y toma venganza.
No les des ningún poder sobre mi alma, protege todo mi interior y mi exterior.
Obtén para nosotros el perdón de nuestros pecados y que por ti la gracia del Espíritu Santo nos sea dado.
Haz que nos arrepintamos de manera digna y loable, para que tras un santo final nos acerquemos a Dios.
Estando calmados y muy serenos, muéstranos al glorioso fruto de tu vientre.

Gloria a ti, Emperatriz de lo Alto; condúcenos junto a ti a la alegría del cielo.


Oratio.

Salue gratioſa Virgo Maria, turtur pudiciſſima, cuius vox omnipotentis aures mirificę demulcet, columba caſtiſſima, cuius gemitus Spiritui ſancto maximè placuerunt: animæ meæ inordinatos affectus moderare, vt nihil vitioſe diligam, nullum peccatum mihi dominetur: ſed tamquā hoſpes & peregrinus ſemper ad ęternam patriam anhelena, multiſq; ſuſpiriis aſpirem, per Ieſum Chriſtum filium tuum, Amen.

Oración.

Salve, agraciada Virgen María, casta paloma, cuya poderosa voz acaricia maravillosamente los oídos del Todopoderoso; paloma castísima, cuyos suspiros complacen al extremo al Espíritu Santo; modera los afectos desordenados de mi alma para que no tenga un amor [apego] vicioso y para que nunca me dominen mis pecados, para que siempre sea como un huésped y peregrino hacia la anhelada patria celestial, hacia la que continuamente anhele con mis suspiros; por Jesucristo, tu Hijo. Amén.   


Licencia de Creative Commons

0 comentarios: