V. Domina in adiutorium meum intende.
R. Domina ad adiuuandum me feſtina.
Gloria tibi ſit imperatrix poli: tecum nos perducas ad gaudia cæli.
En vísperas.
V.
Señora, ven en mi ayuda.
R.
Señora, date prisa en ayudarme.
Gloria
a ti, Emperatriz de lo Alto; condúcenos junto a ti a la alegría del cielo.
…
Pſalmus 126.
Niſi Domina ædificauerit domum cordis noſtri:
nō permanebit ædificium eius.
Ædifica nos gratia & virtute tua: vt maneamus firmi in perpetuum.
Benedictum ſit
eloquium ſanctum tuum: & benedicta ſint
omnia verba oris tui.
Benedicantur a Deo qui te benedicut: & in iuſtorum
numero computentur.
Benedic Domina te
benedicentes: & ne vmquam auertas ab eis glorioſum vultum tuum.
Salmo
126.
Señora,
si no hubieses edificado la morada de nuestro corazón, no perduraría su
edificación.
Edifícanos
con tu gracia y tu virtud, para que nos mantengamos firmes por la eternidad.
Bendito
sea tu lenguaje y bendita sea toda palabra de tu boca.
Que
sean bendecidos por Dios aquellos que te bendicen, y que sean contados entre
los justos.
Bendice,
Señora, a aquellos que te bendicen; y nunca apartes de ellos tu glorioso
rostro.
…
Pſalmus 127.
Beati omnes qui timent te Domina noſtra:
& beati qui ſciunt & volunt facere beneplacitum tuum.
Benediciti ſunt pater & mater, qui te genuerunt: quórum memoria
permanebit in ſæculum.
Beatus eſt venter, qui te portauit: &
beata ſunt
vbera, quæ te lactauerunt.
Conuerte faciem tuam ſuper nos: & deprecabilis eſto ſuper ſeruos tuos.
Intuere & conſidera opprobrium noſtrum: aufer à nobis cunctas
iniquitates noſtras.
Salmo
127.
Bienaventurados
todos los que temen a nuestra Señora, y bienaventurados quienes saben y quieren
complacerte.
Benditos
sean el padre y la madre que te engendraron y cuya memoria permenecerá por los
siglos.
Bendito
sea el vientre que te alojó y benditos los pechos que te amamantaron.
Vuelve
tu rostro hacia nosotros y sé propicia a tus siervos.
Mira
y considera nuestro oprobio, remueve de nosotros todas nuestras iniquidades.
…
Pſalmus 128.
Sæpè expugnauerunt me à
iuuentute mea inimici mei: libera me Domina, & vindica me de ipſis.
Ne des illis poteſtatem animam meam: cuſtodi omnia interiora &
exteriora mea.
Obtine nobis veniam peccatorum: & per te Spiritus ſancti
gratia nobis detur.
Fac nos dignè & laudabiliter pœnitere: vt beato fine ad Deum veniamus.
Placatum tunc, & ſereniſſimum nobis oſtende:
glorioſum fructum ventris tui.
Gloria tibi ſit imperatrix poli: tecum nos perducas ad gaudia cæli.
Salmo 128.
En mi juventud, con frecuencia
me atacaban mis enemigos; libérame de ellos, Señora, y toma venganza.
No les des ningún poder sobre
mi alma, protege todo mi interior y mi exterior.
Obtén para nosotros el perdón
de nuestros pecados y que por ti la gracia del Espíritu Santo nos sea dado.
Haz que nos arrepintamos de
manera digna y loable, para que tras un santo final nos acerquemos a Dios.
Estando calmados y muy serenos,
muéstranos al glorioso fruto de tu vientre.
Gloria
a ti, Emperatriz de lo Alto; condúcenos junto a ti a la alegría del cielo.
…
Oratio.
Salue gratioſa Virgo Maria, turtur pudiciſſima,
cuius vox omnipotentis aures mirificę demulcet, columba caſtiſſima,
cuius gemitus Spiritui ſancto maximè placuerunt: animæ meæ inordinatos affectus
moderare, vt nihil vitioſe diligam, nullum peccatum mihi dominetur: ſed
tamquā hoſpes & peregrinus ſemper
ad ęternam patriam anhelena, multiſq;
ſuſpiriis aſpirem, per Ieſum
Chriſtum filium tuum, Amen.
Oración.
Salve, agraciada Virgen María,
casta paloma, cuya poderosa voz acaricia maravillosamente los oídos del
Todopoderoso; paloma castísima, cuyos suspiros complacen al extremo al Espíritu
Santo; modera los afectos desordenados de mi alma para que no tenga un amor
[apego] vicioso y para que nunca me dominen mis pecados, para que siempre sea
como un huésped y peregrino hacia la anhelada patria celestial, hacia la que
continuamente anhele con mis suspiros; por Jesucristo, tu Hijo. Amén.
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