V. Domina in adiutorium meum intende.
R. Domina ad adiuuandum me feſtina.
Gloria tibi ſit aduocata noſtra:
ſeruos tecum ducas ad regna beata.
En completas.
V.
Señora, ven en mi ayuda.
R.
Señora, date prisa en ayudarme.
Gloria
a ti, abogada nuestra; conduce a tus siervos al reino de los bienaventurados.
…
Pſalmus 113.
In exitu animæ meæ de
hoc mundo: ocurre illi Domina, & ſuſcipe illam.
Conſolare eam vultu ſancto
tuo: aſpectus dæmonis nō conturbet eam.
Eſto illi ſcala ad regnum cælorum: & iter rectum ad paradiſum
Dei.
Impetra ei à Patre
indulgentiam pacis: & ſedem
lucis inter ſeruulos
tuos.
Suſtine deuotos tuos ante tribunal
Chriſti:
ſuſcipe cauſam illorum in manibus tuis.
Salmo
113.
Cuando
mi alma salga de este mundo, ve a su encuentro, Señora, y recíbela.
Consuélala
con tu sagrado rostro, que la presencia del demonio no la perturbe.
Sé
su escala al reino de los cielos y su camino directo al paraíso de Dios.
Obtén
para ella, la indulgente paz del Padre y un sitial luminoso entre tus siervos.
Sostén
a tus devotos en el tribunal de Cristo, acepta sus causas entre tus manos.
…
Pſalmus 114.
Dilexi Matrem Domini Dei mei: & lux miſerationum
eius infulſit mihi.
Circumdederunt me dolores mortis: ſed
viſitatio Mariæ lætificauit me.
Dolorem & periculum incurri: & recreatus ſum
gratia illius.
Nomen eius & memoria illius ſit
in medio cordis noſtri: & nobis nō nocebit ictus malignantis.
Conuertere anima mea in laudem ipſius:
& refrigerium inuenies in nouiſſimis
tuis.
Salmo 114.
Amo
a la Madre del Señor, mi Dios; la luz de su misericordia ha infundido sobre mí.
Me
circundaban los dolores de la muerte, pero la visita de María me regocijó.
Estaba
entre dolores y peligros, y su gracia me alivió.
Que
su nombre y su recuerdo estén en medio de nuestro corazón, así no nos dañarán
los golpes del maligno.
Ocúpate,
alma mía, en su alabanza, y hallarás alivio en tus últimos días.
…
Pſalmus 115.
Credidi, propter quod locutus ſum:
laudem & gloriam tuam Domina orbis terræ.
Compatere animæ meæ, & dirige eam: dignare
beneplacitum tuum inſinuare illi.
Statue illi teſtamentum
dilectionis & pacis tuæ: præbe illi iugem memoriam nominis tui.
De benedictione ventris
tui da mihi ſuſtentationem: & de pinguedine
gratiæ tuæ dulcora animam meam.
Diſrumpe vincula peccatorum meorum: & de virtutibus
tuis exorna faciem animæ meæ.
Gloria tibi ſit
aduocata noſtra: ſeruos tecum ducas ad regna beata.
Salmo 115.
Yo
creo, y es por eso que hablo sobre tu alabanza y gloria en toda la tierra,
Señora.
Compadécete
de mi alma y dirígela, dígnate insinuar en ella tu beneplácito.
Establece
en ella el testimonio de tu amor y de tu paz; que siempre tenga el recuerdo de
tu nombre.
Dame
la bendición de tu vientre como alimento, y con el óleo de tu gracia endulza el
alma mía.
Quiebra
las cadenas de mis pecados y con tus virtudes adorna el rostro de mi alma.
Gloria
a ti, abogada nuestra; conduce a tus siervos al reino de los bienaventurados.
…
Oratio.
Miſerere mei Domina, miſerere
mei, quia miſeratio tecum creuit ab infantia. Magnam miſeriam
indigniſſimi peccatores ſubleuet
magna atq; ingens miſeratio tua, piiſſima
Mater. Largire ô benigna, vt illis annumerer, quos tamquam filios amas, doces,
dirigis, foues, protegis; fac vt amore tui terrenas omnes cōſolationes
ſpernens, cæleſtibus
ſemper in hæream, Amen.
Oración.
Ten misericordia de mí, Señora,
ten misericordia de mí, pues la misericordia ha crecido contigo desde tu
infancia. Que la gran miseria de los muy indignos pecadores se vea aligerada
por tu grandiosa y poderosa misericordia, Madre excelsamente piadosa. ¡Oh,
inmensamente benigna!, haz que ellos sean contados entre los hijos que amas,
instruyes, diriges, cuidas y proteges; haz que por amor a ti desprecien todos
los consuelos de la tierra y que se mantengan siempre fijos en lo celestial.
Amén.
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