21.3.15





Ad completorivm.

V. Domina in adiutorium meum intende.
R. Domina ad adiuuandum me feſtina.

Gloria, laus, honor Virgini Mariæ: quæ ſecum nos trahat ad regnum gloriæ.

En completas.

V. Señora, ven en mi ayuda.
R. Señora, date prisa en ayudarme.

Gloria, alabanza y honor a la Virgen María, quien nos lleva consigo al reino de la gloria.


Pſalmus 149.

Cantate Dominæ noſtræ canticum nouum: laus eius in congregatione iuſtorum.
Lætentur cæli de gloria eius: inſulæ maris, et totus orbis.
Aqua et ignis laudent eam: frigus & æſtus, ſplendor & lumen.
Exaltationes eius in gutture iuſtorum: & laudes eius in cœtu triunphantium.
Ciuitas Dei iucundare in illa: & pro inclytis tuis frequenta illi carmen.

Salmo 149.

Canten a nuestra Señora un cántico nuevo; alábenla en la congregación de los justos.
Que se regocijen los cielos con su gloria, [también] las islas del mar y toda la tierra.
Que el agua y el fuego la alaben, [y también] el frío y el calor, el resplandor y la luz.
Que la ensalcen las bocas de los justos y que la alaben en la asamblea de los triunfantes.
Ciudad de Dios, regocíjate en ella; y para tu propia gloria, cántale con frecuencia.

...

Pſalmus 150.

Laudate Dominam in ſanctis eius: laudate eam in virtutibus & miraculis eius.
Laudate eam cœtus Apoſtolorum: laudate eam chori Patriarcharum & Prophetarum.
Laudate eam exercitus Martyrum: laudate eam turmæ Doctorum & Confeſſorum.
Laudate eam collegia Virginum & continentium: laudate eam ordines Anchoretarum & Monachorum.
Laudate eam Couentus omnium Religioſorum, laudate eam omnes animæ ciuiū ſupernorum: omnis ſpiritus laudat Dominam noſtram.

Salmo 150.

Alaben a la Señora en sus santos; alábenla en sus virtudes y milagros.
Que la alabe asamblea de apóstoles; que la alabe el coro de patriarcas y profetas.
Que la alabe el ejército de mártires; que la alaben los escuadrones de doctores y confesores.
Que la alabe el colegio de vírgenes y continentes; que la alaben las órdenes de anacoretas y de monjes.
Que la alaben los conventos de todos los religiosos; que la alaben todas las las almas que habitan en los cielos; que todo espíritu alabe a nuestra Señora.


Canticvm.

Benedicta ſis Domina, & Mater Dei mei Iſraël: qui per te viſitauit & fecit redemptionem plebis ſuæ.
Et erexit vnicornu ſalutaris caſtitatis tuæ: in domo Dauid pueri ſui.
Sicut locutus eſt per os Iſaiæ: & aliorum ſanctorum Prophetarum eius.
Salutem ex inimicis præſta virginum Virgo: & de manu omnium qui nos oderunt, pacem nobis tribue.
Et fac miſericordiam parentibus & nobis: vt memor ſis teſtamenti omnipotentis Dei.
Quod iurauit ad patres noſtros: Abraham & ſemini eius in ſæcula.
Sic ſine timore de manu inimicorum noſtrorum liberati: quiete ſeruiemus illi in ſanctitate & iuſtitia coram te omnibus diebus noſtris.
Et tu Maria, Propheta Dei vocaberis: quoniam nouiſti quod reſpexit humilitatem ancillæ  ſuæ.
Per quam dedit ſcientiam ſalutis plebi eius: in remiſſionem peccatorum.
Per viſcera multitudinis miſericordiæ tuæ: viſita nos ſtella matutina, oriens ex alto.
Illumina tenebras ſedentium in vmbra mortis: & eas luce dilectiſſimi Filij tui digneris effugare.
Miſerere miſericordiæ Mater nobis miſeris peccatoribus: qui retro acta peccata pœnitere negligimus, ac multa quotidie pœnitenda committim’.

Gloria, laus, honor Virgini Mariæ: quæ ſecum nos trahat ad regnum gloriæ.


Cántico.

Bendita seas, Señora, Madre del Dios de Israel y mío, aquel que por ti ha visitado y ha redimido a su pueblo.
Y que ha elevado el saludable cuerno de tu castidad en la casa de David, tu hijo.
Tal como lo expresó por boca de Isaías y de tus otros santos profetas.
Sálvanos pronto de nuestros enemigos, Virgen de las vírgenes, [sálvanos] de la mano de todos los que nos odian y concédenos la paz.
Ten misericordia de nuestros padres y de nosotros; y que recordemos el testimonio del Dios omnipotente.
De aquel que juró a nuestros padres, a Abraham y a su simiente a lo largo de los siglos.
Que sin temor a la mano de nuestros enemigos y ya liberados le sirvamos tranquilamente, con santidad y justicia, todos nuestros días.
Y tú, María, serás llamada Profetisa de Dios, pues pudiste conocer a aquel que vio la humildad de su sierva.
Por medio de ti, él le concedió el conocimiento de la salvación a su pueblo, para la remisión de sus pecados.
Por tu abundante misericordia interna, visítanos, ¡Oh, Estrella de la Mañana! ¡Amanecer de lo Alto!
Ilumina las  tinieblas de los que están en las sombras de la muerte, dígnate disiparlas con la luz de tu muy amado Hijo.
Ten piedad de nosotros, miserables pecadores, Madre de Misericordia; pues descuidamos hacer penitencia por nuestros pecados pasados y por los muchos que a diario cometemos.

Gloria, alabanza y honor a la Virgen María, quien nos lleva consigo al reino de la gloria.


Oratio.

Ave Virgo glorioſa,
Virgo ſole clarior,
Mater Dei glorioſa,
Fauo mellis dulcior.

Salve, Virgen gloriosa,
Virgen de resplandor solar,
gloriosa Madre de Dios,
dulce miel de panal.

...

Tu es illa ſpecioſa,
Qua nulla eſt pulchrior,
Rubicunda pluſquam roſa,
Lilio candidior.

Tú eres hermosa,
bella como ninguna;
más rosácea que la rosa,
más blanca que el lirio.

...

Tu es grata lux piorum,
Grata lux Ecclesiæ,
Fulgens portus afflictorū,
Regina Clementiæ.

Tú eres la agradable luz de los piadosos,
la agradable luz de la Iglesia,
el resplandeciente puerto de los afligidos,
la Reina de la Clemencia.

...

Dele ſortes peccatorum,
Mater indulgentiæ,
luctum ſolare mœſtorum,
Aurora lætitiæ.

Tú destruyes los muchos pecados,
Madre de Indulgencia;
consuelas el lamento de los afligidos,
Aurora de la Alegría.

...

Veni, veni propera,
Vnge corda miſera,
Charum fundens oleum.

Ven, ven de prisa,
unge el miserable corazón,
vierte tu óleo amado.

...

Tua ſemper vbera,
Noſtra ſanent vulnera,
Cæli iubar aureum, Amen.

Que tu eterna plenitud
sane nuestras heridas,
¡oh, dorado resplandor del cielo!

Amén.


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