21.3.15





Ad nonam.

V. Domina in adiutorium meum intende.
R. Domina ad adiuuandum me feſtina.

Gloria, laus, honor Virgini Mariæ: quæ ſecum nos trahat ad regnum gloriæ.

En nona.

V. Señora, ven en mi ayuda.
R. Señora, date prisa en ayudarme.

Gloria, alabanza y honor a la Virgen María, quien nos lleva consigo al reino de la gloria.


Pſalmus 143.

Benedicta ſis Domina, quæ  inſtruis ſeruos tuos as prœlium: & eos corroboras contra inimicum.
Fulgure & coruſcatione diſſipa illum: mitte iacula tua vt confūdas illum.
Clarifica de alto manum tuam: vt cantent ſerui tui laudem, & gloriam tuam.
Eleua de terrenis affectionem noſtram: de ſempiterni deliciis refice viſcera noſtra.
Concupiſcentiam ſupernorum accende in cordibus noſtris: & de gaudiis paradiſi velis nos recreare.

Salmo 143.

Bendita seas, Señora, que preparas a tus siervos para la batalla y los alientas contra el enemigo.
Con tu resplandor y tus destellos, disípalo; arrójalos sobre él y confúndelo.
Glorifica tu mano desde lo alto, y que tus servidores canten tus alabanzas y tu gloria. 
Eleva [y desprende] nuestros afectos por lo terrenal; nutre nuestro interior con las delicias eternas.
Aviva en nuestros corazones el deseo por lo celestial y con las alegrías del paraíso renuévanos.

...

Pſalmus 144.

Exaltabo te, Mater Filij Dei: & per ſingulos diez cantabo tibi laudes.
Generatio & populi laudabunt opera tua: & miſericordiam tuam inſulæ expectabunt.
Abundantiam dulcoris tui Angeli eructabunt: & ſuauitatem tuam Sancti pronuntiabunt.
Oculi noſtri in te ſperant Domina: mitte nobis cibum & eſcam delectantem.
Laudationem tuam loquetur lingua mea: & benedicam te in ſæculum ſæculi.

Salmo 144.

Yo te ensalzo, Madre del Hijo de Dios, y todos los días te canto alabanzas.
Las generaciones y los pueblos lavan tus obras; las islas esperan tu misericordia.
La abundancia de tu dulzura los ángeles la expresan, y tu suavidad la proclaman los santos.
Nuestros ojos esperan en ti, Señora, envíanos el alimento y las provisiones que nos satisfacen.
Que mi lengua profera tu alabanza, y que te bendigan a ti por los siglos de los siglos.


Pſalmus 145.

Lauda anima mea Dominā: glorificabo eam quamdiu vixero.
Nolite ceſſare à laudibus illius: & per ſingula momenta recogitare illam.
Cum exierit ſpiritus meus, Domina, ſit tibi commendatus: & in terra ignota præſta illi ducatum.
Non turbent eum culpæ prius commiſſæ: nec inquietent ipſum occurſus malignātis.
Perduc eum ad portum ſalutarem: ibi ſecurę præstoletur aduentum Redemptoris.

Gloria, laus, honor Virgini Mariæ: quæ ſecum nos trahat ad regnum gloriæ.

Salmo 145.

Mi alma alaba a la Señora; yo la glorificaré mientras viva.
Nunca dejen de alabarla y en todo momento piensen en ella.
Cuando mi alma se retire, Señora, que pueda encomendarse a ti; y en la tierra desconocida concédele tu guía.
Que no la perturben sus culpas cometidas, ni que la inquiete el encuentro con el maligno.
Condúcela al puerto de la salvación, que rápida y segura llegue al Redentor.

 Gloria, alabanza y honor a la Virgen María, quien nos lleva consigo al reino de la gloria.


Oratio.

Salue ſancta Maria, lilium inter ſpinas, flos conualliū, palma iuſtitiæ, & nardus pudicitiæ cælestibus deliciis affluens, quæ procul à te conſtitutos illuminas radiis miſericordiæ, & iuxta te proſitos recreas deuotionis ſuauitate: impetra mihi omnium virtutum exercitium, cum animæ meæ tranquilitate, quamdiu habito in hac regione vmbræ mortis, vt tandem peruenia, te iuuante, ad patriam claritatis æternæ, Amen.

Oración.

Salve, santa María, lirio entre espinas, flor de los valles, palma de justicia, nardo de pudicia y llena de las delicias celestiales, que a tus elegidos que están lejos de ti los iluminas con los rayos de tu misericordia, y que a los que están cerca de ti los deleitas con la suavidad de la devoción, te pido que obtengas para mí toda práctica virtuosa y la tranquilidad de mi alma mientras habito en esta región de las sombras de la muerte, y que con tu ayuda alcance la patria de luminosidad eterna. Amén.


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