20.3.15




Ad primam.

V. Domina in adiutorium meum intende.
R. Domina ad adiuuandum me feſtina.

Gloria, laus, honor Virgini Mariæ: quæ ſecum nos trahat ad regnum gloriæ.

En prima.

V. Señora, ven en mi ayuda.
R. Señora, date prisa en ayudarme.

Gloria, alabanza y honor a la Virgen María, quien nos lleva consigo al reino de la gloria.


Pſalmus 134.

Laudate nomen Domini: & benedícite nomen Mariæ matris eius.
Mariæ præcamina frequentate: & ſuſcitabit in vobis voluntates bonas.
In anima contrita veniamus ad illam: & non præualebit aduerſum nos cupiditas peccati.
Qui cogitat de illa in tranquillitate mentis: iueniet dulcorem & requiem pacis.
Reſpiremus ad illam in omni actione noſtra: & reſerabit nobis atria triumphantium.

Salmo 134.

Alaben el nombre del Señor y bendigan el nombre de María, su Madre.
Recen a María con frecuencia y ella producirá en ustedes una buena voluntad.
Con el alma contrita, vayamos hacia ella, y no prevalecerán los adversos deseos al pecado.
Quienes meditan en ella con una mente tranquila, hallan la dulzura y descanso de la paz.
Respirémosla a ella en todas nuestras acciones, y ella nos abrirá el atrio de los triunfadores.

...

Pſalmus 135.

Confitemini Domino, quoniam nobus: quoniam per dulciſſimam Mariam diſtribuitur miſericordia eius.
Impetra nobis amicitiam Ieſu Chriſti: cuſtodi nos ne perdamus innocentiam noſtram.
Comprime hoſtem noſtrū imperio tuo: ne feriat in nobis virtutem caſtitatis.
Bona naturalia conſerua & augmenta in nobis: & bona gratiæ per te multiplicentur in nobis.
Illumina vias & ſemitas noſtras: vt noſcamus quæ beneplacita ſunt Deo.

Salmo 135.

Demos gracias al Señor, porque es bueno; porque a través de la dulcísima María distribuye su misericordia.
Obtén para nosotros la amistad con Jesucristo; protégenos para que no perdamos nuestra inocencia.
Reduce con tu imperio [poder] a los que nos odian , que no destruyan en nosotros la virtud de la castidad.
Conserva y aumenta los bienes naturales en nosotros, y que por ti se multiplique la gracia buena en nosotros.
Ilumina nuestros caminos y senderos, para que sepamos lo que complace a Dios.


Pſalmus 136.

Svper flumina Babylonis fleuerunt Hebræi: nos verò ſuper iniquitates noſtras lugeamus.
Clamemus humiles as puerperam Virginem: offeramus ei planctus & ſuſpiria noſtra.
Non inuenitur propitiatio ſine illa: nec ſalus ſine fructu illius.
Per illam peccata purgantur: & per fructum illius animæ dealbantur.
Per illam fit vera ſatisfactio de peccatis: & per fructum illius ſanitas animæ condonatur.

Gloria, laus, honor Virgini Mariæ: quæ ſecum nos trahat ad regnum gloriæ.

Salmo 136.

Cerca a los ríos de Babilonia se afligieron los hebreos; pero nosotros, en verdad, sobre nuestras iniquidades nos lamentamos.
Clamemos humildes hacia la Virgen Puérpera, ofrezcámosle nuestros lamentos y suspiros.
Sin ella no encontraremos propiciación, ni lograremos la salvación sin su fruto [divino].
Por ella los pecados desaparecen, y por el fruto de ella el alma se torna blanca.
Por ella se da el verdadero gozo por [la remisión de] los pecados, y por su fruto la salud del alma es recuperada.

Gloria, alabanza y honor a la Virgen María, quien nos lleva consigo al reino de la gloria.


Oratio.

Ave ornatiſſima Virgo Maria: fons hortorum vernantium, puteus aquarum viuentium, thronus aureus veri Salomonis, & totius orbis ſingulare miraculum: da mihi obſecro, vt amor tui cor meū ſic occuper, & pulchritudo tua ſic animam meam exornet ne qua in me labes peccati inueniatur, ſed tuis beneficiis refici merear in ſempiternum, Amen.

Oración.

Salve, excelsamente adornada Virgen María, fuente de los jardines primaverales, manantial de agua viva, trono dorado del verdadero Salomón y milagro único en toda la tierra; concédeme, te lo ruego, que mi corazón se ocupe en tu amor y que tu hermosura adorne mi alma, que no puedas hallar mancha de pecado en mí sino que merezca ser reconfortado por tus beneficios eternamente. Amén.


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