2.3.15





Ad completorivm.

V. Domina in adiutorium meum intende.
R. Domina ad adiuuandum me feſtina.

Gloria tibi ſit Regina virginum: tecum nos perducas ad regna cæ lorum.

En completas.

V. Señora, ven en mi ayuda.
R. Señora, date prisa en ayudarme.

Gloria a ti, Reina de las vírgenes; condúcenos al reino de los cielos.


Pſalmus 90.

Qvi habitat in adiutorio Matris Dei: in protectione ipſius commorabitur.
Concurſus hoſtium non nocebit ei: & ſagitta volans non tanget eum.
Quoniam liberabit eum de laqueo inſidiantis: & ſub pennis proteget eum.
Clamate ad illam in periculis veſtris: & flagellum non appropinquabit tabernaculo veſtro.
Fructus gratiæ inueniet, qui ſperauerit in illa: porta paradiſi reſerabitur illi.

Salmo 90.

Quien mora bajo la ayuda de la Madre de Dios, habitará bajo su protección.
El conjunto de sus enemigos no podrá dañarlo y la flecha lanzada no lo tocará.
Pues ella los liberará de las trampas de los insidiosos y bajo sus alas los protegerá.
Clamen a ella en sus peligros y el flagelo no se acercará a sus tabernáculos.
Los frutos de la gracia lo encontrarán quienes esperan en ella; se abrirán las puertas del paraíso para ellos.

...

Pſalmus 91.

Bonum eſt confiteri Virgini Mariæ: & ei gloriam pſallere, eſt proſperitas mentis.
Annuntiare merita eius lætificat intellectum: & imitari opera eius exhilarat Angelos Dei.
Qui acquiris gratiam eius, agnoſcetur à ciuibus paradiſi: & qui habuerit characterem milliflui nominis eius, annotabitur in libro vitæ.
Exurge Domina, & iudica cauſam meam: & ab inſurgentibus in me, libera me.
Ne retrahas à peccatore protegentem dexteram tuam: & excipe clypeo tuo iacula vaſtatoris.

Salmo 91.

Es bueno alabar a la Virgen María; y cantar su gloria es la prosperidad del alma.
Proclamar sus méritos es regocijo para la inteligencia e imitar sus obras es agradar a los ángeles de Dios.
Quienes adquieran su gracia serán reconocidos por los ciudadanos del paraíso; y quienes obtengan el dulce carácter de su nombre serán anotados en el libro de la vida.
Levántate, Señora, y juzga mi causa; y de los que se sublevan contra mi, libérame.
No dejes de poner contra el pecador la protección de tu diestra, pon tu escudo contra las flechas de los destructores.


Pſalmus 92.

Dominus regnauit, decorem induit: Matremque ſuam ornamento decorauit virtutum.
Adimpleat propitiationem ſuam in nobis Mater pacis: & viam æquitatis doceat ſeruos ſuos.
Qui deſideratis ſapientian Chriſti: ſeruite Matri eius animo reuerenti.
Quis ſufficiet enarrare opera tua Domina: aut quis inueſtigabit theſauros miſericordiæ tuæ?
Suſtine & adiuua deficientes in tentationibus ſuis: deſtina illos in ſortem veritatis.

Gloria tibi ſit Regina virginum: tecum nos perducas ad regna cælorum.

Salmo 92.

El Señor reina, se ha revestido de belleza, y a su Madre embellece con el ornamento de las virtudes.
Que complete su propiciación en nosotros la Madre de la Paz; y que en el camino de la equidad instruya a sus siervos.
Quienes desean la sabiduría de Cristo sirvan a su Madre con un ánimo reverente.
¿Quién podría narrar de manera suficiente tus obras, Señora? ¿Quién podría escudriñar los tesoros de tu misericordia?
Apoya a los débiles en sus tentaciones, destínalos a que tomen parte en la verdad.

Gloria a ti, Reina de las vírgenes; condúcenos al reino de los cielos.


Oratio.

Ave Dei genitrix ſanctiſſima Maria, Virgo puritatis pluſ quam angelicæ, Virgo ante partum, Virgo in partu, Virgo poſt partum; circumueſti obſecro & exorna animam meā gratia cælestis decoris; intuere pauperculum è ſublimi ſolio gloriæ tuæ; conſolare me optata tui præſentia, beatiſſima Virgo Maria, Amen.

Oración.

Salve, santísima María, Madre de Dios, cuya pureza es mayor a la de los ángeles; virgen antes del parto, virgen durante el parto y virgen después del parto; te ruego que fortalezcas y embellezcas a mi alma decorándola con la gracia celeste; mira a este pobre desde el sublime trono de tu gloria y consuélame con tu deseada presencia, ¡oh, beatísima, Virgen María!. Amén. 


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