7.2.15





Ad lavdes.

V. Domina in adiutorium meum intende.
R. Domina ad adiuuandum me feſtina.

Gloria tibi ſit Regina virginum: tecum nos perducas ad regna cælorum.

En laudes.

V. Señora, ven en mi ayuda.
R. Señora, date prisa en ayudarme.

Gloria a ti, Reina de las vírgenes; condúcenos al reino de los cielos.


Pſalmus 73.

Vt quid Domina repuliſti nos: nec ſubuenis nobis in die tribulationis.
Intret oratio noſtra in conſpectu tuo: & voces gementium ne deſpexeris.
Tetendit arcum ſuum contra nos inimicus: firmauit dexteram ſuam & non eſt conſolator.
Disrumpe in nobis ligaturam malitiarum ſuarum: & libera nos dextera tua.
Repelle eum in loco perditionis: ſempiterna damnatio ſuſcipit eum.

Salmo 73.

¿Por qué, Señora, nos has rechazado y no nos ayudas en el día de la tribulación?
Que nuestra oración entre a tu presencia; no desprecies a las voces que gimen.
El enemigo ha tendido su arco contra nosotros, ha fortalecido su diestra y no hay quien nos consuele.
Quiebra los lazos de su malicia sobre nosotros y que tu diestra nos libere.
Expúlsalos hacia el lugar de perdición, que la condena eterna los atrape.

...

Pſalmus 74.

Confitebimur tibi Domina, & laudabimus nomen tuum: fac nos in tuis laudibus delectari.
Cantate ei habitatores terræ : & laudem eius in populis nuntiate.
Confeſſio & magnificentis eoram illa: fortitudo & exaltatio in throno illus.
Adorate eam in decore illius: glorificate opificem pulchritudinis eius.
Recordamini in ſempiternum miſericordiæ illius: retinete in mente virtutes & mirabilis eius.

Salmo 74.

Te alabamos, Señora, y elogiamos tu nombre; haz que nos regocijemos en tu alabanza.
Cántenle a ella, habitantes de la tierra, y proclamen sus alabanzas entre los pueblos.
Que la gloria y magnificencia estén delante de ella, que la fuerza y la exaltación estén en su trono.
Adórenla de manera armoniosa, glorifiquen al Hacedor de su belleza.
Recuerden eternamente su misericordia, retengan en su mente sus virtudes y sus maravillas.

...

Canticvm.

Exultauit cor meum in Domino: & exaltatum eſt cornu meum in Domina mea.
Quia fecit mihi magna qui potens eſt: per Mariam matrem eius.
Non eſt ſancta vt eſt Domina noſtra: quæ ſola ſupergreſſa eſt vniuerſas.
Recedant ergo vetera de ore noſtro: & linguis loquamur nouis.
Exulta & lauda Mariam Sion & Ieruſalem: quia maxima in dominabus Iſraël.
Ipſa pauperem facit & ditat, & humiliat & ſublimat: altior cælo, terra latior eſt hæc Domina noſtra.

Gloria tibi ſit Regina virginum: tecum nos perducas ad regna cæ lorum.

Cántico.

Exulta mi corazón en el Señor y exalto mi cuerno en mi Señora.
Pues el Poderoso hizo grandezas por mí a causa de María, su Madre.
No hay otra santa sino nuestra Señora, quien sola las sobrepasa a todas.
Que se retire, por lo tanto, lo antiguo de nuestra boca y hablemos una lengua nueva.
¡Exulten y alaben a María, Sión y Jerusalén!, a quien es suprema entre las soberanas de Israel.
Ella empobrece y enriquece, humilla y eleva; más alta que el cielo y más vasta que la tierra es nuestra Señora.

Gloria a ti, Reina de las vírgenes; condúcenos al reino de los cielos.


Oratio.

Mediatrix DEI & hominum, Mater miſericordiæ, indeſinente, effundens munera copioſæ  gratiæ tuæ, tibi ſeſe offert anima mea, multis vitiorum morbis languida: tu eam benigniſſima tuis meritis & precibus ſanare, & vlcera peccatorum curare digneris, quatenus tibi gratū obſequium in hoc exilio præſtare, & gaudia beatorum te ſemper laudatura intrare mereatur, Amen.

Oración.

Mediadora entre Dios y los hombres, Madre de Misericordia, que sin cesar infundes tu copiosa gracia, ante ti se presenta mi alma debilitada y enferma de muchos vicios, sánala, ¡oh, benignísima!, por tus méritos y tus oraciones; dígnate curar sus pecaminosas heridas, a fin de que en este exilio te conceda un grato servicio y para que [luego] merezca entrar en el gozo de los santos y alabarte para siempre. Amén.  


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